100 A脩OS DEL PCCH

Pragmatismo, transformaci贸n y eficiencia, las claves del 茅xito de China

Indagando en la evoluci贸n hist贸rica del partido centenario se revelan cambios decisivos que explican la transformaci贸n del pa铆s desde la llegada al poder de Mao Tse Tung, siete d茅cadas atr谩s.

El Partido Comunista Chino (PCCh) cumple este jueves 100 a帽os gozando de gran aprobaci贸n interna, tras haber hecho de China una superpotencia mediante una combinaci贸n de apertura econ贸mica, evoluci贸n ideol贸gica y conservaci贸n del rumbo pol铆tico con la que redujo la pobreza y mejor贸 la calidad de vida enormemente.A primera vista, en t茅rminos de esencia pol铆tica, el pa铆s parece ser hoy la misma China creada por Mao Ts茅-Tung en 1949 luego del triunfo comunista en la guerra civil y su transformaci贸n en un Estado dirigido por un partido 煤nico, tras 2.000 a帽os de Gobiernos de emperadores o se帽ores feudales.

Por debajo de esa superficie, un examen m谩s atento a la evoluci贸n hist贸rica revela un partido que, sin embargo, ha atravesado muchos cambios desde su llegada al poder en China, hace siete d茅cadas.

Algunas de las m谩s importantes de estas reformas se remontan a la d茅cada de 1970, cuando, superados los a帽os de hambrunas y las conmociones de la Revoluci贸n Cultural, y bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, el PCCh se abre a nuevos actores, ampl铆a sus bases de sustentaci贸n y renueva sus mecanismos de elecci贸n y de trabajo.El partido hasta ese momento era casi exclusivo de los militares, que hab铆an participado en carne propia de la guerra civil. Pero entonces empieza a sumar a actores hasta entonces excluidos: profesionales, empresarios, figuras de la cultura y de otros 谩mbitos.A nivel del Gobierno, para la misma 茅poca, Deng impulsa el proceso de Reforma y Apertura, que liberaliza el sistema econ贸mico socialista de China pero sin cambiar su sistema pol铆tico.

El poder sigue centralizado en el partido, pero esto se institucionaliza mediante un proceso de legalizaci贸n que tiene su punto culminante en 1982 con la sanci贸n de la Constituci贸n que rige actualmente. La Constituci贸n se fue reformando, pero sin cambiar la naturaleza del sistema de partido 煤nico.Quiz谩s uno de los cambios m谩s importantes ocurri贸 recientemente, en 2017, con la supresi贸n del l铆mite de dos mandatos para la Presidencia, una tradici贸n que hab铆a dejado Deng y que respetaron Jiang Zemin y Hu Hintao, sus sucesores, pero que ha cambiado con el actual presidente, Xi Jinping.De esta forma, el centenario del PCCh encuentra a China con una mayor centralizaci贸n del poder en manos de Xi, adem谩s secretario general del partido y director de la comisi贸n militar central, y quien por esto ha sido comparado con Mao: un partido m谩s fuerte que nunca con un l铆der tambi茅n cada vez m谩s poderoso."En el promedio general, el partido comunista goza (hoy) de un gran consenso, de una gran legitimidad", dijo a T茅lam el doctor en Estudios Internacionales Patricio Giusto, quien se ha especializado y ha vivido en China.

"Pero muchos te dicen: 'Claro, tienen ese consenso y tuvieron ese 茅xito (...) porque te reprimen. Esto no es as铆; o no es solamente por eso. Esa legitimidad est谩 basada en resultados espectaculares econ贸micos y sociales, ese es el pilar del 茅xito, del consenso y la legitimidad del partido", agreg贸.El camino no fue f谩cil.En 1989 el partido pas贸 por una crisis muy grande, cuando las protestas de la plaza de Tiananmen, en Beijing, y el colapso de la Uni贸n Sovi茅tica llevaron a muchos observadores a coincidir en la equivocada predicci贸n de que la pr贸xima en caer era la China comunista.Una vez m谩s, los cuadros del partido tuvieron que adaptarse a un periodo cr铆tico.

Convencidos de que la Uni贸n Sovi茅tica hab铆a ca铆do por abrirse al mismo tiempo pol铆tica y econ贸micamente (Perestroika y Glasnost), Deng y el liderazgo chino resolvieron conservar la esencia del rumbo pol铆tico mientras se continuaba con una apertura econ贸mica gradual, una decisi贸n que hasta hoy es elogiada por la c煤pula del PCCh.Y cuando m谩s se abr铆a la econom铆a, m谩s se modernizaba el partido y m谩s alto era el nivel de formaci贸n de sus principales cuadros."Sin ese partido funcional, modernizado, ampliado, adaptado a cada momento y circunstancia, China no hubiese podido tener el 茅xito econ贸mico que tuvo. Las reformas econ贸micas en s铆 mismas no hubiesen provocado esto", opin贸 Giusto.El crecimiento de China ha generado recelo entre las potencias, sobre todo EEUU, y se espera que la rivalidad entre ambos moldee en buena parte las pr贸ximas d茅cadas.Al ritmo de esta competencia, China -y, por ende, el PCCh- ha enfrentado en los 煤ltimos a帽os renovadas cr铆ticas de Occidente sobre cuestiones como los derechos humanos, el comercio, reclamaciones territoriales, temas que provocaron desde sanciones pol铆ticas y financieras hasta una reciente guerra arancelaria.

El trato que da a su minor铆a isl谩mica uigur es objeto de algunas de las m谩s recientes cr铆ticas y la m谩xima autoridad de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo este mes que espera poder visitar la provincia occidental china de Xinjiang, donde cientos de miles de uigures viven detenidos en lo que China define como campos de reeducaci贸n."Occidente no entiende a China. Primero, hay un gran desconocimiento", afirm贸 Giusto, para quien el nivel de vida en China "es mejor que en cualquier lugar de Occidente"."A esta ignorancia se agrega un componente m谩s grave: las 'fake news'. China est谩 asediada por una gran guerra de desinformaci贸n que viene de EEUU. China responde, pero est谩 en total desventaja, porque es contra los principales multimedios, think tanks y organizaciones internacionales de Occidente", dijo.El polit贸logo puso como ejemplo las afirmaciones de que China cre贸 el coronavirus para desestabilizar al mundo y porque ya ten铆a la soluci贸n al problema, "justo cuando est谩 en la c煤spide de su ascenso econ贸mico, cuando est谩 buscando justamente armon铆a a nivel global, menos conflicto, m谩s cooperaci贸n", explic贸.

"Entonces, hay cosas que por sentido com煤n podr铆an deducirse, pero sin embargo el discurso dominante va por otro lado. Ignorancia, prejuicio y desinformaci贸n son tres grandes males que enfrenta China hoy, y es un tema muy serio para ellos", agreg贸."Esto no es un elogio al comunismo, sino es graficar c贸mo el partido comunista chino no es una entelequia mao铆sta, como muchos en el mundo creen. Este partido fue evolucionando y es hoy una maquinaria muy eficiente, y ha tenido reformas internas aun cuando la naturaleza del sistema pol铆tico se haya mantenido casi sin cambios", concluy贸.

Hong Kong, de s铆mbolo del 茅xito chino a foco de tensi贸n con Occidente

El territorio de Hong Kong sirvi贸 a China como modelo a emular mientras fue colonia brit谩nica, se convirti贸 luego en un s铆mbolo del 茅xito chino tras su devoluci贸n y ahora es uno de los principales ejes de conflicto interno y de tensi贸n entre China y Occidente.Cedida primero por tiempo indefinido a Gran Breta帽a en 1842, la isla fue m谩s tarde arrendada al Imperio brit谩nico por 99 a帽os a contar desde el 1 de julio de 1898 hasta el 30 de junio de 1997, cuando fue devuelta a China.

Durante todo ese tiempo, el territorio fue un protectorado brit谩nico con un Gobernador general, y se reg铆a bajo la ley del Imperio con un sistema muy similar al que el Reino Unido tiene hoy en sus colonias de ultramar, como las Malvinas.La continua llegada de chinos desde el continente proporcion贸 mano de obra barata que posibilit贸 su r谩pido crecimiento, sobre todo de la industria manufacturera, hasta convertirse en una de las regiones m谩s ricas y productivas de Asia.El contraste con la todav铆a empobrecida China era presentado por Occidente como prueba de la superioridad de la democracia occidental y motiv贸 el deseo de China de imitar ese sistema pero con las caracter铆sticas socialistas chinas y extrapolarlo a todo su territorio.El 茅xito del Partido Comunista Chino (PCCh) en esta estrategia es innegable.

Por un lado, Hong Kong es hoy uno de los centros tur铆sticos, industriales, financieros y comerciales m谩s importantes del mundo, desempe帽ando el papel de trampol铆n para el comercio y la inversi贸n de la China continental.Por otro, ha servido como par谩metro para mesurar la formidable transformaci贸n econ贸mica de China en su conjunto.Cuando China comienza su proceso de apertura a fines de la d茅cada de 1970, frente a Hong Kong hab铆a una aldea de pescadores de 30.000 habitantes, pobre y miserable llamada Shenzhen.Hoy es la ciudad m谩s desarrollada de China, sede de Huawei y las principales compa帽铆as chinas y la novena mayor bolsa de valores del mundo, con la misma geograf铆a de edificios, rascacielos y desarrollo que Hong Kong y que cientos de otras ciudades chinas.

En 1997, a帽o de la retrocesi贸n, Hong Kong representaba el 10% del PBI de China, y hoy es apenas el 2%. Si se va m谩s atr谩s, a 1978, era el 30%, un reflejo de c贸mo China logr贸 imitar y superar ese modelo.Desde un punto de vista pol铆tico, la situaci贸n ha sido m谩s compleja.Los derechos humanos y la capacidad de postularse a elecciones y de votar a autoridades locales sin restricciones son cuestiones que han levantado pasiones y suscitado crisis desde que China recuper贸 a Hong Kong.A cambio de la devoluci贸n, China se comprometi贸 a aceptar un sistema h铆brido o especial llamado "un pa铆s, dos sistemas" por el que los hongkoneses gozan de cierto nivel de libertades y autonom铆a que no tiene el resto de los habitantes de China continental.

Hong Kong se convirti贸 en una 脕rea Administrativa Especial, con una Legislatura cuyos miembros son electos por voto directo. Su Gobernador tambi茅n es votado de una terna y no nombrado por el Gobierno chino, como el del resto de las provincias del pa铆s.Muchas de las tensiones surgidas desde la d茅cada de 2000 tuvieron que ver con distintas interpretaciones del principio un pa铆s, dos sistemas, por el que Hong Kong administra por s铆 mismo todas las 谩reas de Gobierno excepto las relaciones exteriores y la defensa.En marzo de 2019, una ola de protestas estall贸 en Hong Kong por un proyecto de ley de reforma del sistema de extradiciones de criminales a China que el llamado campo prodemocr谩tico temi贸 que pudiera ser utilizado contra sus principales figuras.Las protestas fueron masivas y violentas, incluyendo un ataque a la Legislatura local, toma de universidades, actos de vandalismo y una muy dura respuesta policial.

Sorprendido por la magnitud de la crisis, el Gobierno local cedi贸 y retir贸 el proyecto de ley en septiembre, aunque rechaz贸 aceptar otras exigencias.Las protestas remitieron a principios de 2020 por la crisis del coronavirus, cuando ya hab铆an dejado dos manifestantes muertos, m谩s de 4.600 heridos, miles de detenidos y da帽os materiales estimados en m谩s de 750 millones de d贸lares.Los 铆ndices de aprobaci贸n del Gobierno y la polic铆a de Hong Kong cayeron a su nivel m谩s bajo desde 1997, seg煤n sondeos.En respuesta al caos, China promulg贸 en 2020 una estricta ley de seguridad nacional que quit贸 a Hong Kong el manejo de su polic铆a y su seguridad, ahora en manos de una oficina china en el territorio, dando un fuerte golpe a su autonom铆a.

"La situaci贸n en Hong Kong ha sido de preocupaci贸n para todos en los 煤ltimos meses. Sin un ambiente armonioso y estable, 驴c贸mo puede la gente vivir y trabajar feliz?", dijo el presidente chino, Xi Jinping, a principios de 2020, meses antes de impulsar la ley.El sector prodemocr谩tico de Hong Kong y las potencias occidentales han visto en la ley un intento de China se cercenar las libertades y de renegar de su compromiso al momento de la devoluci贸n."Deber铆a haber una supervisi贸n legislativa y judicial significativa de la implementaci贸n de dicha legislaci贸n", dijo el a帽o pasado la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.

"Dichas leyes nunca pueden usarse para criminalizar conductas y expresiones que est谩n protegidas por el derecho internacional de los derechos humanos", a帽adi贸.Desde su promulgaci贸n, m谩s de 100 personas han sido detenidas en aplicaci贸n de la ley, que pena la subversi贸n, la secesi贸n, el terrorismo y la conspiraci贸n con extranjeros.

Fuente: T茅lam

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