Relevamiento de ARCA: la mayorÃa de las empleadas domésticas están en negro
El trámite es engorroso para particulares que demandan el servicio en su domicilio.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) puso en números lo que todos conocen y ARCA monitorea, por ahora sin actuar: ocho de cada 10 trabajadoras domésticas de Argentina no han sido registradas de manera formal.
Semejante nivel de clandestinidad en una oferta laboral de un rubro que comprende a alrededor de 790 mil personas, en un 95% mujeres, se debe en gran parte al "desconocimiento" de muchos empleadores sobre la manera de proceder en el trámite que se necesita para poder formalizar a sus empleadas.
Se trata de un proceso que debe realizar el empleador a través de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).
Con estas trabas burocráticas a cuestas, se llegó al tétrico panorama de que, según Ecofeminita, un 78,4% no perciba descuento jubilatorio, que un 72,6% no cuente con vacaciones pagas, que un 71,4% no perciba aguinaldos, que un 74,7% no reciba pago en caso de enfermedad, y que un 78,0% no cuente con cobertura de salud mediante obra social.
Estén o no registradas, debe ser respetada la jornada de trabajo de 8 horas diarias o de 48 horas semanales, con un máximo de 9 horas por dÃa.
Durante la semana pueden distribuirse de manera desigual (más horas un dÃa y menos otro), pero en ningún caso superar las 9 horas diarias de trabajo.
La directora del Tribunal de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, Diana Edith GarcÃa, explicó que "en este tipo de trabajos hay un grado afectivo, familiar. Entonces, el empleador y el trabajador tienen otro tipo de vÃnculo y, a veces, esa misma afectividad es la que conlleva a la falta de registro".
Agregó que "el conflicto, cuando llega con una relación laboral que no ha sido registrada en su totalidad o en parte". Cuando indagan un poco descubren que tiene que ver con que mucha gente desconoce cómo proceder a un registro.
Sucede que parte de esa población que contrata personal doméstico son evasores involuntarios, adultos mayores muchas veces enfermos que, ante su necesidad, tratan de paliar lo que les está haciendo falta y no salen a buscar una ayuda para proceder a un registro.
Muchos no pueden moverse de sus casas o no disponen del manejo o las herramientas para hacer el registro correspondiente. Asimismo, parte de esa informalidad proviene de trabajadoras migrantes, que piden no se las registrados.
La mayor parte de los empleadores son de clase media, media - alta y alta. Los de mayor nivel económico en general las tienen registradas por el "incentivo" de que lo que paguen se lo descuenten del impuesto de ganancias.
La clase media es también la que sale a trabajar y necesita que le cuiden a los hijos, pero no llega a tal desgravación.