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La cerveza brasileña ya cuesta menos que la argentina en algunos supermercados

Una lata de una marca producida en el vecino país cotiza debajo de los $1.000. Entérate cuál es.

La apertura de importaciones comienza a notarse en las estanterías de los supermercados, y uno de los productos que refleja el cambio es la cerveza. En Mar del Plata, ya se consigue una marca brasileña por debajo del precio de las principales etiquetas argentinas.

La cerveza Itaipava, producida en Brasil, se vende a $999 por lata de 473 cc en los supermercados Toledo de esa ciudad costera. En comparación, una lata del mismo tamaño de Quilmes cuesta $2.345, mientras que una de Imperial se consigue a $2.290. Incluso Schneider, considerada la opción más económica entre las cervezas industriales argentinas, se ubica en $2.090, es decir, más del doble que la brasileña.

La diferencia se vuelve más notoria si se tiene en cuenta el precio de las cervezas artesanales, muy populares en Mar del Plata. Una lata de 473 cc de Antares Kölsch, una de las marcas locales más reconocidas, se vende a $2.800. Otra etiqueta extranjera de gama premium, como la chilena Kunstmann (Torobayo), cuesta $3.290.

Los precios más bajos en góndola (formato lata 473 cc):

Itaipava rubia (Brasil): $999

Schneider rubia (Argentina): $2.090

Amstel Lager (Argentina, marca holandesa): $2.150

Imperial rubia (Argentina): $2.290

Quilmes clásica (Argentina): $2.345

Qué dice la industria cervecera local

Una fuente del sector explicó que las cerveceras argentinas enfrentan múltiples obstáculos para competir en precio con productos importados. El primero, señala, es la carga impositiva: cerca del 52,4% del precio final de una cerveza corresponde a impuestos, lo que convierte a esta bebida en una de las más gravadas del país.

A esto se suman altos costos logísticos y distorsiones en la competencia. "La industria es eficiente puertas adentro, pero sufre al salir de la planta", indicaron. También remarcaron la presencia creciente de productos ingresados por contrabando desde países vecinos como Brasil, Bolivia y Paraguay, que llegan al mercado local sin pasar por los mismos controles impositivos.

Además, advierten sobre la informalidad en el sector. "Hay jugadores que evaden impuestos y eso perjudica a quienes están en regla", aseguraron. En términos de recaudación, apenas 1.000 CUITs explican el 50% de la recaudación del organismo fiscal, y 11.000 concentran el 70%.

El panorama, entonces, deja a la cerveza nacional en una posición difícil: presionada por una estructura de costos elevada, competencia desleal e impuestos altos, mientras las góndolas empiezan a mostrar nuevas opciones que llegan desde el exterior a precios más bajos.