Que puede ofrecer Kicillof para ser referente del PJ y porque lo recela La C谩mpora
Kicillof lleg贸 para romper los manuales y quemar los papeles de la normalidad pol铆tica. Habiendo sido un fiel disc铆pulo y natural heredero de Cristina Kirchner, que considera a su ex ministro de Econom铆a como una "creaci贸n suya"
Axel Kicillof es un caso de estudio. Es un fen贸meno electoral probado en varias batallas a lo largo del tiempo.
Gan贸 dos veces la gobernaci贸n aplastando a sus rivales de turno, con la particularidad de que 2023 le sac贸 un tranco de ventaja de 18 puntos a N茅stor Grindetti, su inmediato perseguidor, siendo uno de los pocos mandatarios peronistas que resisti贸 en su cargo pese a la avalancha violeta de Javier Milei en la elecci贸n presidencial.
Cuando Mauricio Macri gan贸 la presidencia en el 2015, el peronismo no pudo sostener el oficialismo provincial en la provincia, que qued贸 en manos de Mar铆a Eugenia Vidal.
Pero Kicillof lleg贸 para romper los manuales y quemar los papeles de la normalidad pol铆tica. Habiendo sido un fiel disc铆pulo y natural heredero de Cristina Kirchner, que considera a su ex ministro de Econom铆a como una "creaci贸n suya", decidi贸 empezar a transitar un camino propio cuando os贸 hablar de las "nuevas canciones".
Tras ganar en el 2023, La C谩mpora empez贸 a limarlo met贸dicamente. No le perdonan que haya decidido dejar de ser una pieza del tablero de ajedrez de Cristina Kirchner.
En la l贸gica de la ex presidenta, un dirigente que creci贸 bajo su ala y con su bendici贸n para ser primero secretario, luego ministro y finalmente gobernador, est谩 en deuda de por vida y debe seguir sus 贸rdenes hasta el final de los d铆as.
En sus planes estaba la idea de llevar a Kicillof de a poco y convertirlo en presidente en 2027. Pero algo se rompi贸 irreversiblemente.
El gobernador entendi贸 si quer铆a tener 茅xito como potencial presidente no deb铆a no repetir la experiencia frustrada de Alberto Fern谩ndez, quien gan贸 la elecci贸n como delegado del poder de Cristina (la due帽a de los votos) y que cuando intent贸 salirse del corset cristinista fue vaciado de autoridad.
Porque como delegado de Cristina Kirchner, Kicillof podr铆a eventualmente ganar la elecci贸n presidencial del 2027, pero despu茅s afrontar铆a serias dificultades a la hora de tomar decisiones, porque el poder real residir铆a en otra persona.
Comprendi贸 a tiempo que para gobernar alg煤n d铆a el pa铆s deb铆a construir 茅l su propio capital pol铆tico y no heredarlo de quien fuera su mentora desde los inicios de su trayectoria como funcionario.
Con esa decisi贸n, Kicillof empez贸 a componer nuevas melod铆as, en un fino equilibrio, cuid谩ndose de no romper con el kirchnerismo ni de hablar en contra de Cristina Kirchner, para no pasarse del otro lado y perder su feeling hist贸rico con el electorado filo kirchnerista.
En La C谩mpora, sin embargo, los gestos de diferenciaci贸n fueron suficientes para ver en Kicillof un Judas que traicion贸 sus or铆genes por simple ambici贸n y egocentrismo.
Lo normal, para M谩ximo Kirchner, ser铆a que el gobernador esperara sentado a que "La Jefa" decidiera los tiempos y las etapas de la estrategia, sin poder influir un 谩pice en el rumbo general del peronismo.
Kicillof no compr贸 lo que La C谩mpora le quiso imponer y dio rienda suelta para que Andr茅s "Cuervo" Larroque y Carli Bianco empezaran a armar la fuerza propia, que despu茅s de varios meses de incubaci贸n y desarrollo se present贸 en sociedad bajo el nombre de Movimiento Derecho al Futuro.
All铆 se enrolaron fuerzas pol铆ticas que ven铆an del kirchnerismo, del peronismo y de la centroizquierda, pero tambi茅n buena parte de la CGT y de la CTA.
No obstante, el verdadero motor del MDF fueron los m谩s de 40 intendentes que se sumaron, y que le permitieron mostrar musculatura territorial y fuerza electoral propia.
Para entonces, M谩ximo Kirchner ya le hab铆a declarado la guerra y el 20 de septiembre del 2024 junt贸 a su tropa en el club Atenas de La Plata, en pleno coraz贸n del poder kicillofista.
Lo hizo con el aval de Cristina Kirchner, que se dej贸 convencer por su primog茅nito de que era necesario pararle el carro al gobernador y sus pretensiones autonomistas.
En La Plata, con M谩ximo como director de orquesta, La C谩mpora estren贸 una canci贸n con Kicillof como destinatario que enfureci贸 al entorno del gobernador: "Cristina es la conducci贸n, vamos a ver si lo entienden...si quer茅s otra canci贸n, ven铆 te presto la m铆a".
La guerra entre los dos bandos se recalent贸 pero hasta ah铆 no hab铆a pasado del plano de la ret贸rica. Eso cambi贸 cuando pocos d铆as despu茅s, el 7 de octubre, la ex jefa de Estado lanz贸 su candidatura para presidir el PJ, rivalizando con el riojano Jos茅 Quintela, a quien Kicillof le hab铆a manifestado su apoyo.
Cristina esperaba que Kicillof, a煤n despu茅s de todas los ataques y provocaciones que el gobernador hab铆a recibido de La C谩mpora, se subordinara y apoyara su postulaci贸n.
La ex presidenta se sinti贸 tocada y dolida por la falta de respaldo de su disc铆pulo e hijo pr贸digo. En esos d铆as se quebr贸 definitivamente el v铆nculo, en una situaci贸n que parecer铆a ser de no retorno.
A la falta de acompa帽amiento de Kicillof a la candidatura de Cristina al PJ se sum贸, meses m谩s tarde, el anuncio de que el Gobierno provincial buscar铆a desdoblar y anticipar las elecciones de la provincia.
Para el kirchnerismo se trataba de un error garrafal que atentaba contra las chances del peronismo y que costar铆a muy caro.
Pero Kicillof no se acobard贸 y se mantuvo firme en su decisi贸n, algo que no era f谩cil ya que era resistida tambi茅n por el Frente Renovador y otro grupo de intendentes del PJ.
Con ese movimiento, el gobernador ratific贸 el quiebre con el kirchnerismo y se jug贸 un pleno a su propia suerte.
El experimento pod铆a salir muy mal y en tal caso sus chances de convertirse en presidenciable y nuevo l铆der del peronismo quedar铆an sepultadas.
La historia le jug贸 una buena pasada y el gobernador sali贸 fortalecido, su liderazgo legitimado, con gobernadores de otras provincias saturando su tel茅fono para felicitarlo, y revalid贸 una imagen de imbatibilidad electoral.
En el b煤nker de La Plata, al que se ausent贸 M谩ximo Kirchner, se col贸 el clamor popular "para Axel la conducci贸n".
Inc贸moda y preocupada por la lectura del resultado electoral, Mayra Mendoza se volvi贸 a San Jos茅 1111 para acompa帽ar en su encierro domiciliario a Cristina Kirchner, que hab铆a monitoreado los comicios junto a su M谩ximo.
De all铆 surgi贸 un contra relato, para que Kicillof no se lleve todos los laureles: la victoria fue gracias a la unidad peronista y la garante de esa unidad hab铆a sido precisamente Cristina Kirchner, porque si no hubiera sido por su generosidad para ceder los primeros lugares de las listas, el kicillofismo habr铆a roto el armado y habr铆a presentado n贸minas propias.
Al margen de esta guerra de lecturas pol铆ticas, el gobernador mejor贸 much铆simo su posici贸n relativa en el peronismo tras el veredicto de las urnas y qued贸 consagrado como el arquitecto de la victoria demoledora por casi 14 puntos sobre La Libertad Avanza y Javier Milei.
La privaci贸n de la libertad de Cristina Kirchner tambi茅n es un factor a considerar, ya que es dif铆cil conducir una fuerza pol铆tica de forma remota.
Con pergaminos acad茅micos m谩s que sobrados, experiencia de gesti贸n y cierta sencillez en su estilo de vida que contrasta con los lujos que supo cultivar la familia Kirchner, Kicillof se prepara para agarrar y no soltar el "bast贸n de mariscal" que alguna vez Cristina hab铆a sugerido que estaba disponible.
Existe una tradici贸n y un karma en la Argentina que abreva en el hecho de que nunca un gobernador bonaerense pudo ganar una elecci贸n presidencial.
Pero Kicillof lleg贸 para romper los manuales y quemar los papeles de la normalidad pol铆tica. 驴Podr谩n frenarlo sus rivales de adentro y afuera del peronismo?
FUENTE, NA