Camioneros amenaza con un paro si el Gobierno insiste con un tope del 1% en paritarias
Hugo Moyano podría movilizar al gremio en caso de un acuerdo deficitario.
La negociación salarial entre la Federación de Camioneros, que lidera Hugo Moyano, y las cámaras empresarias aún no comenzó, pero el gremio ya anticipa un escenario conflictivo si el Gobierno mantiene su intención de imponer un límite del 1% mensual en las paritarias.
Según confirmaron fuentes sindicales, el gremio planteará en la primera audiencia, prevista para esta semana, un incremento trimestral del 7% como piso de negociación. El argumento es recuperar al menos parte del poder adquisitivo perdido por la inflación. En ese sentido, advirtieron que incluso ese porcentaje resulta insuficiente, considerando que la inflación acumulada entre marzo y mayo rondaría el 8,5%.
Desde Camioneros señalaron un "deterioro inaceptable" de los salarios y cuestionaron la "brecha alarmante" entre los aumentos acordados en marzo y la evolución de los precios en los últimos meses. La tensión crece en un contexto donde el Gobierno insiste en que las paritarias no superen el 1% mensual, sin considerar la inflación real.
El delegado sindical y cosecretario de la CGT, Octavio Argüello, fue categórico: "Esta semana tendremos la primera audiencia. Si no hay acuerdo, se tomarán las medidas que sean necesarias". Además, criticó la política del Gobierno: "Se habla de libertad, pero sólo para algunos sectores. Para los trabajadores hay topes y restricciones".
Conflicto en otros gremios
La postura oficial ya generó conflictos en otros sectores. La UOM también enfrenta tensiones tras el vencimiento de la conciliación obligatoria sin avances concretos con las cámaras empresariales de las ramas metalúrgica (17) y siderúrgica (21).
El sindicato que conduce Abel Furlán exige un aumento del 6% por dos meses para la rama 17 y un ajuste adicional del 5% sobre la base de cálculo de abril. Las cámaras, alineadas con el techo oficial, ofrecieron solo un 2% en cuotas y una corrección mínima.
En tanto, la rama 21 acumula más de ocho meses sin acuerdo. La única excepción fue en la planta de Acindar en Villa Constitución, donde los trabajadores obtuvieron una mejora atada a la inflación, aunque por fuera del convenio general.
La pulseada entre los gremios y el Gobierno anticipa un invierno caliente en materia salarial, con negociaciones empantanadas y amenazas de conflicto en aumento.
