El Presidente dijo estar "avergonzado" por el envío de material bélico para reprimir a los partidarios de Evo Morales durante el golpe de Estado en Bolivia.
Sin mencionar a su mentor político, Evo Morales, el flamante mandatario denunció que a partir del golpe del 10 de noviembre de 2019 su país "fue escenario de una guerra interna y sistemática contra el pueblo, especialmente contra los más humildes".
El mandatario argentino dijo que "se terminó la pesadilla" y se mostró "muy contento de que el pueblo boliviano se haya expresado y que tengamos autoridades legítimamente constituidas". Además, llamó a construir la "unidad regional".