La cotización del dólar ha escalado un 10% desde fines de junio, generando preocupación en el mercado por la velocidad del ajuste y su posible impacto en la inflación. Aunque el Gobierno de Javier Milei confía en que la restricción monetaria, las tasas reales positivas y el superávit fiscal serán suficientes para dominar la divisa, el escenario de escasez de divisas post-liquidación de cerealeras y la dolarización preelectoral complican el panorama.
