Detenci贸n de Cristina Kirchner: El kirchnerismo busca blindar su liderazgo y Kicillof queda en una inc贸moda encrucijada
La confirmaci贸n de la condena a Cristina Kirchner y su inminente detenci贸n marcan el inicio de una nueva etapa pol铆tica para el kirchnerismo. Con un Wado de Pedro visiblemente afectado y la propia expresidenta asumiendo su destino desde la sede del PJ, la militancia se prepara para una campa帽a de resistencia y la dirigencia busca blindar el liderazgo de CFK desde su domicilio. En este escenario, el gobernador Axel Kicillof se posiciona en un lugar clave pero inc贸modo, en medio de evidentes tensiones internas que reconfigurar谩n el futuro del peronismo.
La ratificaci贸n de la condena a Cristina Kirchner y su pr贸xima detenci贸n, que la obligar谩 a entregarse en Comodoro Py en los pr贸ximos cinco d铆as h谩biles, golpearon con fuerza el coraz贸n del kirchnerismo. Testigos de la jornada en la sede del PJ Nacional relataron la conmoci贸n, con dirigentes como Eduardo "Wado" de Pedro visiblemente afectados. Pese al impacto emocional, quienes estuvieron cerca de la expresidenta aseguran que ella se mostr贸 serena, asumiendo su destino en este momento hist贸rico.
Para la dirigencia que la rodea, la condena no altera la idea de que Cristina Kirchner mantendr谩 su liderazgo, aunque ahora con limitaciones en su movimiento. La expresidenta solicit贸 cumplir la condena en su departamento de la calle San Jos茅 1111, un lugar que, seg煤n vaticinan, se convertir谩 en una "capilla" de peregrinaci贸n para los fieles cristinistas. "Cristina va a ser la conducci贸n y la jefa est茅 donde est茅. Eso no va a cambiar. Su liderazgo no lo elige la Corte. A partir de ahora, m谩s unidad que nunca y m谩s jefatura que nunca", sintetiz贸 un dirigente del c铆rculo 铆ntimo.
La C谩mpora: Resistencia y blindaje de liderazgo
En La C谩mpora ya se delinean dos ejes de trabajo fundamentales. El primero es edificar y sostener en el tiempo una intensa campa帽a para pedir la libertad de la exmandataria y acusar a la Justicia de intentar proscribirla. El segundo, dise帽ar un operativo de acompa帽amiento masivo a CFK el d铆a que deba entregarse en los tribunales federales de Comodoro Py. Si bien hay incertidumbre sobre los plazos y la forma en que se concretar谩 la prisi贸n domiciliaria, un dirigente ultra K afirm贸 con resignaci贸n: "La foto la van a tener. Eso seguro. La van a querer mostrar detenida", apuntando a los "poderes concentrados".
La agrupaci贸n y los partidos m谩s cercanos al kirchnerismo apuestan a blindar el liderazgo de Cristina Kirchner dentro del peronismo, reafirmando que no hay discusi贸n ni otro liderazgo en juego. "La l铆der es una", es la convicci贸n que transmiten, incluso frente a una interna que no se alivia.
Axel Kicillof: Un lugar inc贸modo y crecientes tensiones
Las diferencias con Axel Kicillof son cada vez m谩s expl铆citas. El gobernador bonaerense asisti贸 al PJ, pero su breve estancia -menos de media hora- y el clima de tensi贸n fueron evidentes. Se encontr贸 cara a cara con CFK, pero no particip贸 de una reuni贸n clave del consejo nacional del partido con los presidentes de los PJ provinciales. "Dice que lo trataron mal. Estaba inc贸modo. Es una realidad", admiti贸 un camporista de larga data.
Al ingresar al PJ, Kicillof fue recibido con el c谩ntico de la militancia camporista: "Cu谩nto les falta para entender, que no fue magia, nos conduce una mujer", un grito de guerra que ya hab铆a sufrido el lunes anterior. Estos gestos, que en las entra帽as del justicialismo K se interpretan como una "expulsi贸n", marcan las reglas de juego internas.
El cristinismo buscar谩 mantener a la exjefa de Estado en la cima, pero hay una limitaci贸n ineludible: ya no ser谩 una carta de negociaci贸n electoral, al estar inhabilitada de por vida para ejercer cargos p煤blicos. El juego deber谩 cambiar. Dirigentes K ya se imaginan peregrinando semanalmente al domicilio de la expresidenta, que podr铆a convertirse en un "foco de reuni贸n permanente", un faro para una militancia que debe digerir que el principal nombre propio con votos es ahora su archienemigo interno: Axel Kicillof.
La reconfiguraci贸n del peronismo: 驴Sergio Massa y una nueva era?
En este contexto, la figura de Sergio Massa adquiere una nueva relevancia. Estuvo cerca de CFK en el momento del fallo y definir谩 su futuro electoral en el congreso del Frente Renovador en julio. Ser谩 un actor importante en la inevitable reconfiguraci贸n del peronismo.
La ausencia de Kicillof en el PJ al momento de conocerse la sentencia final de la causa Vialidad podr铆a ser un anticipo de los tiempos que se aproximan o una se帽al de un cambio de mando obligado. La disputa por el poder sigue activa: hay un punto y aparte, no un punto final.
Kicillof, el sucesor natural que tiene el kirchnerismo, enfrenta una fuerte resistencia de los "cristinistas de paladar negro" que le "facturan" haber desafiado y desgastado el liderazgo de CFK. El gobernador deber谩 negociar las listas para las elecciones de medio t茅rmino, manteniendo el acuerdo de "ir juntos". La gran pregunta es c贸mo se abordar谩 la campa帽a, si solo se hablar谩 de proscripci贸n y persecuci贸n, qu茅 lugar tendr谩 CFK desde su domicilio, y cu谩l ser谩 el rol de Kicillof.
La detenci贸n de Cristina Kirchner y su inhabilitaci贸n electoral delinean el final de una era, pero tambi茅n el comienzo de un tironeo por el liderazgo. Kicillof no obedecer谩 solo por la detenci贸n, ni tampoco los integrantes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF). La expresidenta seguir谩 teniendo injerencia en el armado peronista, mostrando su capacidad de resistencia con la multitud que la acompa帽贸 anoche. Kicillof, por su parte, deber谩 gobernar y ejecutar su decisi贸n de tener una representaci贸n mayoritaria en la mesa de decisiones. Se inicia una nueva partida de ajedrez en el peronismo.
Las pr贸ximas semanas ser谩n clave para definir el rumbo y el lugar del peronismo. Podr铆a ser la resistencia, la transformaci贸n de un esquema pol铆tico obligado a sobrevivir, o el trabajo meticuloso para ordenar un esquema de dirigentes alrededor de una l铆der en desgracia. O bien, el punto de partida de un nuevo liderazgo que crezca en las sombras de la figura hist贸rica. Todo est谩 por verse. Se empieza a escribir sobre una p谩gina blanca.