En la primera sección de la Provincia, LLA se impuso en siete distritos

La sorpresiva victoria de LLA en la provincia de Buenos Aires tuvo en la Primera Sección uno de sus hitos. El oficialismo supo resetear su estrategia electoral tras el duro revés de septiembre apostar por una polarización extrema con el kirchnerismo y sacar ventaja de la inmovilización del aparato de los jefes comunales peronistas, que ya tenían bajo su control los Concejos Deliberantes.

Pese a los contratiempos por el escándalo de Espert, LLA mostró una gran performance en la Primera Sección al hilvanar triunfos en municipios afines como Tres de Febrero, Vicente López, San Isidro y San Miguel; pero también logró victorias resonantes en distritos gobernados por peronistas como Julio Zamora (Tigre), Lucas Ghi (Morón) y Ariel Sujarchuk (Escobar), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes), Facundo Diz (Navarro), Juan Luis Mancini (Suipacha) y Leonardo Boto (Luján).

Por otra parte, la boleta encabezada por Diego Santilli mejoró significativamente los resultados de la elección de septiembre en San Fernando, Pilar, San Martín, Ituzaingó y Hurlingham. Todos municipios liderados por intendentes identificados inequívocamente con Fuerza Patria. La diferencia respecto de los comicios de solo un mes atrás fue rotunda. Por caso, en San Fernando Fuerza Patria había obtenido 61% de votos, pero en esta elección arañó el 42,86% y quedó a solo un punto de diferencia de LLA.

En Pilar también se dio un caso paradigmático ya que hace solo un mes la boleta del PJ le había ganado con más del 30% a LLA y ahora la diferencia es ínfima: 43,30 a 43,06. Los intendentes Damián Selci (Hurlingham), Fernando Moreira (San Martín) y Pablo Descalzo (Ituzaingó) tampoco lograron sostener las abultadas diferencias que habían sacado en septiembre. En esos territorios las distancias de dos dígitos se esfumaron y dieron lugar a triunfos exiguos.

¿Qué pasó en los distritos peronistas? La autopsia preliminar revalida la hipótesis de Cristina Kirchner, que advirtió puertas adentro que el desdoblamiento suponía un doble riesgo para el PJ: por un lado, funcionaría como una PASO despertando un voto antiperonista en octubre y, por otro lado, anularía el principal incentivo para que los intendentes activen el aparato en defensa de sus distritos.

FUENTE , NA