AUH y planes sociales: los cambios que se vienen

Se acerca un nuevo esquema en la asistencia social, con foco en capacitación y control de beneficios.

El Gobierno nacional avanza con una reforma profunda del esquema de planes sociales y asignaciones, que incluye cambios en la AUH, la implementación de vouchers de capacitación en lugar de transferencias de dinero y la creación de un sistema unificado para cruzar datos sociales. Las primeras pruebas comenzarán el 6 de enero y forman parte de la estrategia que impulsa Javier Milei junto a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.

El eje inmediato es el programa Volver al Trabajo (VAT), que alcanza a más de 900 mil beneficiarios. En una prueba piloto, un grupo reducido dejará de recibir el monto mensual -actualmente congelado en $78.000- para acceder a cupones destinados a cursos de formación laboral. En esta etapa inicial no se elimina el cobro, pero en el Ejecutivo reconocen que la "voucherización" es el paso siguiente.

La experiencia se desarrollará en el nuevo Centro de Formación de Capital Humano, en el predio Garrigós, en La Paternal, y contará con el apoyo de empresas privadas como Sinteplast. Los cursos combinan contenidos teóricos y prácticos, exigen una asistencia mínima del 70% y buscan formar perfiles técnicos con rápida salida laboral, con la expectativa de escalar el modelo a provincias y municipios.

Estos cambios se inscriben en una reconfiguración más amplia de la política social. En 2024, el Gobierno desarmó el programa Potenciar Trabajo y lo dividió en el VAT y el Programa de Acompañamiento Social (PAS), orientado a personas con mayores dificultades de inserción laboral. También se eliminaron las contraprestaciones y se congeló el ingreso de nuevos beneficiarios, con el objetivo de reducir la intermediación de organizaciones sociales.

En paralelo, Pettovello impulsa la idea de una AUH Familiar, que unifique la AUH, la asignación por embarazo, el plan 1000 días y la Tarjeta Alimentar en una sola prestación. Según el Ejecutivo, esto permitiría simplificar el sistema y mejorar la asignación de recursos, aunque el cambio requeriría modificaciones legislativas y recién podría implementarse a partir de 2026.

Para sostener esa reforma, Capital Humano puso en marcha el Sistema Integrado de Información Social (SIIS), que cruzará datos de ANSES, Renaper, ARCA, Salud y Energía. Sus principales herramientas serán el Registro Único de Beneficiarios y el Registro Social de Hogares, inspirados en modelos como el chileno y el brasileño, con el objetivo de saber cuántas prestaciones recibe cada hogar y detectar situaciones de vulnerabilidad.

Desde el Gobierno sostienen que la inversión social hoy se concentra en la AUH y la Tarjeta Alimentar, que -según cifras oficiales- pasó de cubrir poco más de la mitad de la canasta básica a casi su totalidad. En ese marco, defienden el redireccionamiento del gasto y plantean que el nuevo esquema apunta a mayor transparencia y menor discrecionalidad.

La reforma no está exenta de críticas. Sectores sindicales y sociales advierten sobre el riesgo de deserción en los programas de capacitación y cuestionan el fin del VAT, que vence en abril y no sería prorrogado. Mientras tanto, el Ejecutivo acelera la implementación y define estos cambios como un nuevo paradigma en la política social argentina.

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