El fin del "dólar ancla": La city advierte que la prioridad del Gobierno se desplaza de la inflación a la competitividad
Con el nuevo sistema de bandas indexadas por IPC, economistas alertan sobre un posible recalentamiento de precios a corto plazo. El mercado se pregunta si el Banco Central podrá mantener la desinflación sin usar al dólar como freno.
El reciente cambio en el programa monetario para 2026 ha generado un fuerte debate en la "city" porteña. Al anunciar que las bandas cambiarias se ajustarán según la inflación de dos meses previos (empezando con un 2,5% en enero), el Gobierno envió una señal clara: el dólar deja de ser el ancla nominal del sistema para evitar un atraso cambiario de facto.
Sin embargo, esta búsqueda de "solidez" y competitividad abre un interrogante crucial: ¿qué pasará con la inflación si el tipo de cambio ya no la contiene? Los analistas consultados coinciden en que el foco ahora se desplaza totalmente hacia la capacidad del Banco Central para controlar la emisión y fomentar la demanda de pesos.
¿Riesgo de mayor inflación? El dilema del Pass-Through
El principal temor de los especialistas es que el movimiento del dólar se traslade a las góndolas (el efecto conocido como pass-through).
Cambio de prioridades: Rocío Bisang, economista de GMA Capital, señaló a Ámbito que, hasta ahora, el Gobierno priorizaba la baja de precios incluso por encima de las reservas. Con este cambio, ese equilibrio se altera.
Recalentamiento de corto plazo: Leonardo Anzalone (CEPEC) advierte que medidas de este tipo suelen generar un overshooting (sobre-reacción) que podría provocar un pequeño recalentamiento de precios en el inicio del año.
El factor carne: Gonzalo Carrera (Equilibra) matiza que el impacto dependerá de shocks específicos, como el de la carne, aunque estiman que diciembre cerrará con un avance del 2,5%.
El escenario 2026: ¿Se podrá romper el piso del 1%?
A pesar de la incertidumbre, algunos analistas mantienen una visión optimista sujeta al cumplimiento del programa financiero.
Para Lucio Garay Méndez (EcoGo), la clave no está tanto en la banda cambiaria, sino en los dólares contantes y sonantes:
Acumulación de reservas: Es el factor determinante para dar tranquilidad.
Pago de deuda: La capacidad de honrar los vencimientos de deuda en dólares durante los próximos meses será el termómetro del mercado.
"Si el Gobierno logra cumplir con el programa financiero, hay altas chances de que la inflación retome el camino a la baja en el primer trimestre de 2026, volviendo al rango del 1% e incluso rompiendo ese piso durante el año", proyectó el economista de EcoGo.
Las bandas y la competitividad
Desde GMA Capital sostienen que la medida aporta "solidez" al esquema cambiario actual. Al indexar el movimiento del dólar a la inflación pasada, el Gobierno se asegura de que el tipo de cambio no se abarate artificialmente en términos reales, evitando que las exportaciones pierdan fuerza.
El techo de la banda: A partir del 1 de enero de 2026, el límite superior del corredor cambiario se ubicará alrededor de los $1.555. El mercado vigilará de cerca si la demanda de dinero es suficiente para evitar que el precio converja rápidamente hacia ese techo y presione aún más al IPC.






