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Axel Kicillof busca frenar la reforma laboral con el apoyo de la CGT y la CTA

El Gobernador de la provincia de Buenos Aires se juntó con las entidades sindicales para evaluar estrategias y oponerse al proyecto del presidente Javier Milei.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof se reunió con las conducciones de la CTA Autónoma, la CTA de los Trabajadores y la CGT para comenzar a delinear una estrategia común contra el proyecto de reforma laboral impulsado por el Gobierno nacional. Para el mandatario provincial y las centrales obreras, el eje pasa por lograr que la sociedad comprenda el impacto concreto que tendría la flexibilización laboral en la vida cotidiana si la iniciativa se aprueba en 2026.

En un encuentro realizado en la sede del gobierno provincial, Kicillof y los referentes sindicales analizaron durante casi dos horas el escenario político y social que se abre ante la posibilidad de que el oficialismo avance con lo que denomina "modernización laboral", con la intención de sancionarla en febrero del próximo año y con escaso debate parlamentario.

Las centrales expresaron su preocupación por los cambios estructurales que implicaría la reforma, a la que definieron como una ofensiva para debilitar los derechos laborales y las herramientas de organización colectiva del movimiento obrero. Ese diagnóstico fue compartido por el gobernador, quien en los últimos días intensificó su agenda sindical y se posiciona como uno de los principales referentes opositores al proyecto.

Más allá del análisis, Kicillof planteó la necesidad de dar un paso más y construir una estrategia de intervención política e institucional que incluya movilizaciones, presencia mediática y acciones coordinadas en el Congreso, con el objetivo de explicar de manera clara qué puede cambiar en materia de empleo, salarios y condiciones laborales si la reforma avanza.

Durante la reunión también se puso en contexto el debate, con énfasis en la situación económica actual: salarios que pierden poder adquisitivo, aumento de la precarización laboral y un salario mínimo que, según señalaron las CTA, se ubica entre los más bajos de América Latina. Para los dirigentes sindicales, este escenario agrava el impacto de cualquier intento de flexibilización.

Finalmente, se analizó el panorama político hacia 2026 y la necesidad de fortalecer la unidad del espacio opositor y la participación popular. En esa línea, Kicillof ya había mantenido días atrás un encuentro similar en la sede de la CGT, junto a la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, donde reclamó un plan de acción sostenido para que la reforma laboral no salga de la agenda pública durante el verano.

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