La obra pública en Argentina atraviesa un momento de profunda transformación. El gobierno de Javier Milei ha impulsado una drástica política de "motosierra" fiscal, paralizando o ralentizando numerosos proyectos de infraestructura. Esto genera incertidumbre sobre el desarrollo regional, el empleo y la relación con los gobernadores, quienes denuncian un "condicionamiento político" y se ven forzados a buscar alternativas de financiamiento privado.
