El Gobierno acelera: la "modernización laboral" vuelve al centro del debate, pero el proyecto aún no ingresa al Congreso
A pocos días de las sesiones extraordinarias, el oficialismo busca apurar el planteo de su reforma laboral; sin embargo, aún se demora el envío formal del texto, lo que genera incertidumbre sobre su tratamiento.
El Ejecutivo Nacional intensificó sus esfuerzos para impulsar una profunda reforma laboral bajo la etiqueta de "modernización", prevista para ser debatida durante las sesiones extraordinarias que arrancan en diciembre. Si bien el borrador ya fue finalizado y circula entre funcionarios y allegados al poder, todavía no fue presentado formalmente en el Parlamento.
Según fuentes oficiales, el plan busca modificar aspectos clave del régimen laboral: entre ellos, la redefinición de convenios colectivos, ajustes en indemnizaciones por despido, cambios en obligaciones patronales y regulaciones sindicales.
Pese al avance administrativo, la demora en la formalización genera dudas entre legisladores -incluso aliados- sobre los tiempos y sobre cuántos de esos cambios podrán ser debatidos antes de fin de año.
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La oposición y los sindicatos ya manifestaron preocupación: advierten que la reforma podría "desproteger" a trabajadores, reducir derechos adquiridos y debilitar las negociaciones colectivas.
Mientras tanto, el oficialismo sigue negociando con gobernadores y bloques aliados para reunir el respaldo necesario -especialmente en el Senado- antes de lanzar oficialmente el proyecto y convocar al debate.
