Tras la victoria electoral, Javier Milei inicia un relanzamiento de la gestión
"El Gobierno necesitaba refrescar el equipo ministerial con un relanzamiento de la gestión después de dos años de mucho desgaste"
El presidente argentino, Javier Milei, anunció el reemplazo de figuras centrales del equipo gubernamental después del sorpresivo triunfo en las elecciones legislativas del 26 de octubre. "El Gobierno necesitaba refrescar el equipo ministerial con un relanzamiento de la gestión después de dos años de mucho desgaste", dijo a Sputnik un experto.
El mandatario del país sudamericano acelera los ajustes de su Gabinete de ministros tras la contundente victoria legislativa del 26 de octubre. En horas marcadas por renuncias y designaciones, selló una transformación que combina premios a la lealtad, señales de apertura moderada y la consolidación del poder en su núcleo más cercano.
Las salidas del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro del Interior, Lisandro Catalán, cerraron una reconfiguración que ya había comenzado antes de las elecciones, con la dimisión del canciller Gerardo Werthein y del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona -quien, no obstante, permanecerá en su cargo durante unos meses-.
En su lugar, Milei designó al vocero presidencial Manuel Adorni como nuevo jefe de Gabinete y a Diego Santilli -cabeza de la lista oficialista en provincia de Buenos Aires- como ministro del Interior.
El reemplazo de Francos, la figura más dialoguista del elenco libertario, por el portavoz -de nulo recorrido político previo- marca el final de una breve etapa en la que la Casa Rosada había buscado desesperadamente construir puentes con los gobernadores y el Congreso, tras semanas de fuertes derrotas parlamentarias y escándalos de presunta corrupción que salpicaban al Ejecutivo.
La incorporación de Santilli, en cambio, introduce un matiz diferente. Ganador de las elecciones en el distrito más adverso para La Libertad Avanza, denota un perfil más ligado a la política tradicional: con amplia trayectoria en el PRO (Propuesta Republicana, partido del expresidente Mauricio Macri) e incluso en el peronismo, su designación denota una apertura moderada.
El novel ministro del Interior será el encargado de encabezar las negociaciones con los mandatarios provinciales y de articular las reformas económicas y laborales que el Ejecutivo planea enviar al Congreso. Con vínculos fluidos en distintos distritos y buena sintonía con el propio Macri, Santilli representa un perfil más afín a los actores políticos y empresariales. En palabras del propio Milei, su misión será "coordinar consensos para avanzar en las reformas que vienen".
El rediseño ministerial tiene también una lectura institucional. El Gobierno busca blindar la gobernabilidad en el arranque de su tercer año de gestión, después de dos temporadas marcadas por la debilidad parlamentaria y las tensiones internas. Desde diciembre, La Libertad Avanza contará con 101 diputados y 20 senadores, cifras que triplican su influencia parlamentaria, pero que no le otorgan aún la codiciada mayoría propia.
En ese contexto, la Casa Rosada necesita interlocutores capaces de garantizar apoyos en el Congreso y sostener la agenda de reformas comprometida tanto ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el cortísimo plazo emerge el debate por la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo, mediante la cual busca una flexibilización de las condiciones de trabajo históricamente resistida tanto por la oposición como por el sindicalismo y los movimientos sociales.
Pese al tono de renovación, el reacomodamiento también refleja un repliegue de los perfiles políticos tradicionales y un avance del círculo más duro del presidente. Francos, considerado un puente con el establishment y los mandatarios provinciales, había sido desplazado progresivamente por el peso del "triángulo de hierro", tal como denomina Milei a la mesa chica de decisiones conformada por el mandatario, su hermana Karina y el asesor presidencial Santiago Caputo.
Los cambios no se agotarán en los nombres mencionados. El 10 de diciembre deberían asumir sus bancas en el Congreso los ministros de Defensa y Seguridad: Luis Petri y Patricia Bullrich fueron electos en los últimos comicios para la Cámara Baja y el Senado, respectivamente, y todo indica que pasarán del Ejecutivo al Legislativo. Los nombres de sus reemplazantes todavía son una incógnita.
Golpe de efecto
"Estos cambios estaban dentro de los planes desde hace meses: el Gobierno necesitaba refrescar el equipo ministerial con un relanzamiento de la gestión después de dos años de mucho desgaste", explicó a Sputnik el politólogo Facundo Cruz.
Sin embargo, el analista remarcó que "fue muy sorpresivo el anuncio en sí. El Gobierno tiene como característica mover todo de la noche a la mañana para generar un shock de sorpresa que le permita recuperar la centralidad".
De acuerdo con el experto, el reemplazo de Guillermo Francos y la llegada de Diego Santilli al Ministerio del Interior reflejan un intento de equilibrio. "Si bien la salida de Francos daba a entender una menor apertura, la incorporación de Santilli refuerza la idea de alcanzar una gobernabilidad más favorable", señaló.
Para el politólogo, la nueva etapa estará marcada por un Ejecutivo "mucho más abierto al diálogo y a repartir recursos a cambio del apoyo político que necesita para aprobar sus leyes".
La lectura sobre el ajuste ministerial es compartida por el politólogo Diego Reynoso. Para el consultor, el triunfo electoral llevó a que el presidente Milei "tenga más incentivos para ordenar su gestión", pero menos para abrirse a la voluntad de otros espacios como el que representan los gobernadores.
"El presidente pasó de un estado de abierta debilidad a revertirlo. Ahora tiene un margen mucho mayor de apoyo para torcer el brazo de los actores intermedios, que están profundamente presionados por su base electoral para apoyar al Gobierno", destacó.
Los votos que faltan
Si bien el oficialismo respira un aire profundamente triunfalista tras la victoria en las urnas, todavía requerirá de apoyos externos para lograr la aprobación parlamentaria de los principales lineamientos de su programa económico.
"La llave la siguen teniendo los gobernadores y los de la llamada 'oposición dialoguista'. El problema de Milei es que, para ganar su apoyo, deberá ofrecerles recursos económicos, algo que puede amenazar el ajuste fiscal que viene sosteniendo", explicó Cruz.
No obstante, la ventaja la lleva el Ejecutivo. Según Reynoso, desde el momento en que asuman las nuevas autoridades "Milei va a encontrarse con un Congreso donde tendrá más peso y menor margen de negociación para oponerse tajantemente. En ese marco, "los gobernadores estarán dispuestos a habilitarle al Gobierno la aprobación de la mayor parte de sus iniciativas".
Para Cruz, la situación es el reverso de la debilidad inicial. "El presidente pasó de un estado de abierta debilidad, a revertirlo. Ahora tiene un margen mucho mayor de apoyo para lograr el respaldo que antes le faltaba", explicó.
Para ambos analistas, la gobernabilidad dependerá del equilibrio entre poder y pragmatismo.
"Veremos a un Gobierno más abierto al diálogo, pero también a repartir recursos a cambio del apoyo político", dijo Cruz. Reynoso concluyó que el presidente "consolida autoridad sin ampliar su coalición, algo que lo fortalece en el corto plazo, pero puede limitarlo hacia adelante".
FUENTE , SPUTNIK








