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Empresarios cordobeses redactaron un duro comunicado contra Massa por atrasar el dólar para controlar la inflación

El Grupo de Entidades Empresarias de Córdoba G6 criticó la gestión de Sergio Massa en Economía a la luz del 6% que marcó la inflación en enero y exigió "correcciones urgentes y consistentes empezando por el equilibrio fiscal y el control de la emisión monetaria".

En un duro comunicado el Grupo de Entidades Empresarias de Córdoba G6 criticó la gestión de Sergio Massa en Economía a la luz del 6% que marcó la inflación en enero y exigió "correcciones urgentes y consistentes empezando por el equilibrio fiscal y el control de la emisión monetaria". A su vez, los empresarios manifestaron su "Preocupación por el enfriamiento de la economía".

En la carta pública, el G6 señaló que "El índice de inflación de enero viene a poner nuevamente en evidencia la ineficacia de las medidas adoptadas. El uso del tipo de cambio como ancla inflacionaria es hoy la causal directa de la restricción para la importación de insumos para la producción".

Los integrantes del G6 -que son la Bolsa de Comercio de Córdoba, la Cámara de Comercio, la Cámara de Comercio Exterior, la Cámara de la Construcción y la UIA, todas en sus delegaciones cordobesas- consideraron que la inflación "solo es atacada con herramientas artificiales e ineficaces como los controles y acuerdos de precios y la estéril decisión de utilizar el tipo de cambio como ancla inflacionaria".

Cabe recordar que en febrero de 2022 el Banco Central se comprometió a no atrasar el tipo de cambio frente a la inflación, pero al cabo de un año ese terminó siendo el resultado agregado. Al primero de febrero, tipo de cambio oficial había subido 77,3% y los precios, 98,8%.

Sin embargo, el actual ritmo de devaluación del dólar (5,86% en enero) es señalado por muchos analistas como uno de los principales impulsos para la inercia inflacionaria. "Si el dólar oficial sube 5,9% y el contado con liquidación sube 7,6%, es difícil pretender que los precios en pesos suban menos", explican.

Para el G6, en cambio, el uso del atraso cambiario es por "errores de concepto o por falta de decisión política para asumir los costos inherentes" y por eso abogan por que "se adopten correcciones urgentes y consistentes empezando por el equilibrio fiscal y el control de la emisión monetaria y luego gestionando la restricción de reservas mediante un sistema que otorgue certidumbre a la producción".

Paradójicamente, estas fueron las medidas que se aplicaron en el último año de elecciones presidenciales, cuando Dujovne redujo el déficit fiscal aceleradamente a cero y Sandleris congeló la base monetaria, pero la inflación no acusó recibo. El último trimestre de 2018 promedió el 3,6% y tras un año de ajuste y emisión cero, promediaba el 3,7%. En aquel entonces el argumento para la persistencia de la inflación era que era consecuencia del fuerte salto del dólar en agosto, al pasar de $40 a $60.

Lo que preocupa al G6 del actual esquema es la falta de insumos para la producción y la ausencia de certezas para poder planificar el trabajo dentro de las empresas. En este sentido, las críticas no solo van a la macroeconomía de Massa, sino al rol de Matías Tombolini. Específicamente denuncian que con el SIRA, "no hay criterios explícitos y claros que permitan a las empresas tener un mínimo de previsibilidad para organizar su producción y funcionamiento, sino una dependencia del criterio arbitrario y discrecional de los funcionarios que, aún con su mejor buena voluntad, determinan qué importación es más o menos importante". 

Fuente, LPO

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