El Banco Central (BCRA) aceleró su política para absorber pesos del mercado, lo que provocó un nuevo aumento en las tasas de interés. Los bancos no solo subieron los rendimientos de los plazos fijos para el público general, sino que también llegaron a pagar un 60% a los grandes inversores, en un intento por captar liquidez en un contexto de incertidumbre económica y política.
