ASALARIADOS

El 21,6% de los trabajadores ocupados en Argentina no logra superar la línea de pobreza

El informe, elaborado por Laura Caullo y Federico Belich, plantea que la precarización y la informalidad son los principales factores que explican la persistencia de esta pobreza estructural, y exige la urgencia de mejorar la calidad y la productividad del empleo formal.

Un informe reciente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea reveló una "verdad incómoda": uno de cada cinco trabajadores argentinos es pobre, pese a tener empleo. El estudio indica que la pobreza laboral afecta al 21,6% de los ocupados, lo que subraya que tener trabajo, en muchos casos, ya no garantiza un nivel de vida digno.

El informe, elaborado por Laura Caullo y Federico Belich, plantea que la precarización y la informalidad son los principales factores que explican la persistencia de esta pobreza estructural, y exige la urgencia de mejorar la calidad y la productividad del empleo formal.

La brecha entre empleo formal e informal

El estudio evidencia una profunda brecha de ingresos determinada por la formalidad del empleo:

Asalariados Informales: El 37,5% de los asalariados informales se encuentran bajo la línea de pobreza.

Trabajadores Independientes: La pobreza trepa al 40,5% entre los independientes no registrados.

Contraste con la formalidad: Solo el 9,7% de los asalariados formales y el 12,3% de los monotributistas o autónomos registrados son pobres.

En contraste, la incidencia de la pobreza entre los desocupados se dispara al 58,9%, confirmando la relación directa entre la falta de empleo y la exclusión social.

Desigualdad regional y el futuro de la niñez

La pobreza laboral es significativamente mayor en provincias con alta informalidad:

Provincias más afectadas: Tucumán (58%), San Juan (57%), Salta (52%), Santiago del Estero (52%) y Formosa (52%). En estas regiones, más de la mitad de los trabajadores carece de aportes jubilatorios o cobertura social.

Niñez: Entre los menores de 14 años, la pobreza afecta al 45,4%, lo que compromete el futuro de una parte sustancial de la población.

El desafío de la calidad del empleo

Los especialistas concluyen que el problema central ya no es solo la creación de puestos, sino mejorar la calidad y la productividad del empleo. Para revertir esta tendencia, se requieren:

Incentivos a la contratación formal.

Políticas activas de empleo y formación técnica.

Articulación con el sector privado en actividades de alto valor agregado.

"Erradicar la pobreza exige mucho más que asistencia social: requiere una estrategia sostenida de crecimiento con empleo formal y productividad", advierten los autores.

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