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Alivio para el bolsillo: CABA reduce el Impuesto a los Sellos para reactivar la compra de viviendas

La Legislatura porteña aprobó cambios impositivos dentro del Presupuesto 2026 que entrarán en vigencia el 1° de enero. Buscan incentivar el acceso a la vivienda única y dinamizar el mercado de créditos hipotecarios.

En un movimiento estratégico para destrabar el mercado inmobiliario, la Ciudad de Buenos Aires se prepara para un 2026 con menores costos de transacción. La aprobación del Presupuesto en la Legislatura porteña trajo consigo una noticia esperada por compradores e inquilinos que sueñan con el techo propio: una fuerte poda al Impuesto a los Sellos, el tributo que grava las escrituras y los contratos de crédito.

La medida, que comenzará a regir el primer día del próximo año, apunta directamente a reducir las barreras de entrada para quienes buscan su vivienda única y permanente, un segmento que hoy se ve castigado por la necesidad de contar con un ahorro previo elevado para cubrir los gastos de cierre.


Los tres pilares de la reforma impositiva

El nuevo esquema tributario porteño se divide en tres beneficios concretos dependiendo del tipo de operación y el valor del inmueble:

  1. Exención total para la primera casa: Las operaciones de compraventa de vivienda única, familiar y de ocupación permanente estarán exentas al 100% del Impuesto a los Sellos, siempre que el valor de la propiedad no supere los $226.100.000.

  2. Baja de alícuota para segundas viviendas: Para aquellos que compren una propiedad que no sea vivienda única (o que supere el tope mencionado), la alícuota general descenderá del 3,5% al 2,7%.

  3. Adiós al impuesto en créditos: Se elimina por completo el gravamen del 1% que pesaba sobre los créditos hipotecarios destinados a la vivienda única.


El "Efecto Empujón": ¿Qué dicen los expertos?

Para los profesionales del sector, el cambio no es solo económico, sino también psicológico. Sonia Lukaszewicz, del Colegio de Escribanos porteño, destaca que Sellos es un "costo de entrada" que suele ser determinante. Según su visión, esta medida "achica la brecha entre el 'me alcanza' y el 'no me alcanza'", facilitando la formalización de las escrituras.

En la misma sintonía, Claudio Rinaldo, titular de Nico Propiedades, sostiene que el impacto tiene un efecto multiplicador. "Cada operación que se cierra genera actividad en ferreterías, fletes y servicios profesionales. Esta medida devuelve el sentido al esfuerzo de quien busca arraigo y no solo especulación", señaló.

El impacto en las obras en pozo

Un punto fundamental que resaltan especialistas como Alejandro Braña es el beneficio para los edificios en construcción. En estas obras suelen intervenir múltiples "cesiones de derechos" antes de la escritura definitiva. Al bajar la alícuota o eximir tramos, se vuelve mucho más viable la rotación de inversores y la entrada de compradores finales a proyectos nuevos.


Resumen de beneficios para el comprador

  • Ahorro directo: Reducción drástica del efectivo necesario el día de la firma.

  • Financiamiento más barato: Menor costo financiero total en los préstamos bancarios.

  • Previsibilidad: Reglas claras para compradores y desarrolladores de cara a 2026.

  • Dinamismo local: Mayor rotación de inmuebles en barrios con precios accesibles.

Si bien los expertos coinciden en que la medida es una "señal positiva", advierten que la recuperación sostenida del sector dependerá también de la estabilidad del tipo de cambio y de que las tasas de interés de los créditos hipotecarios sigan una tendencia a la baja.

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