La participación electoral fue la más baja en 28 Años
Con solo el 53% de los electores en las urnas, las recientes elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires marcan la menor concurrencia desde 1997. El fenómeno, que se replica a nivel nacional, enciende luces de alerta sobre el descreimiento en el sistema político.
La apatía se impuso en las urnas porteñas. Las recientes elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires registraron una participación electoral del 53%, la cifra más baja en los últimos 28 años. Este número contrasta drásticamente con el promedio histórico del 75% para comicios de legisladores porteños desde 1997, y se ubica 23,6 puntos por debajo de las elecciones generales de 2023 para los mismos cargos. Este descenso en la concurrencia, con apenas 1,2 millones de votos procesados de un padrón de más de 3 millones, enciende una señal de alarma sobre el vínculo entre los ciudadanos y la política.
Diversos factores podrían haber incidido en esta preocupante caída: el desinterés por la política, la falta de confianza en los representantes, la escasa representación percibida por los votantes, la desinformación y el desdoblamiento de procesos electorales, que atomizan la oferta y diluyen el impacto de cada contienda.
Una Tendencia Preocupante que Rompe la Historia Electoral
El análisis de la serie histórica de participación en CABA revela la magnitud de este fenómeno. La concurrencia más baja hasta ahora se había dado en las generales de 2023, con un 69,7%, mientras que el pico más alto de la serie se registró en 2019, con un 79,8%. Incluso en las elecciones PASO locales, implementadas por primera vez en 2015, la tendencia mostraba una mayor participación en las generales que en las primarias desde 2017, con diferencias de entre 1 y 6 puntos. La reciente elección, que fue un híbrido, con 17 listas compitiendo por 30 bancas, parece haber ahondado el desinterés.
Los datos históricos son contundentes: desde el retorno de la democracia en la década del '80, donde la participación superaba el 80% en elecciones presidenciales, la concurrencia a las urnas ha ido en declive. Si bien hubo repuntes, especialmente en años de elecciones presidenciales, el promedio se mantuvo casi siempre por encima del 70%. El 53% actual no solo es el más bajo en casi tres décadas para la Ciudad, sino que, para muchos analistas, se erige como el peor registro desde la vuelta a la democracia, consolidando un indicador claro del descreimiento de los electores en el proceso de elección de sus representantes. La Comuna 1, que incluye barrios como Retiro, San Nicolás y Puerto Madero, fue la de menor participación en esta ocasión, con apenas el 41% de sus electores concurriendo a votar.
Un Fenómeno Nacional que Requiere Reflexión
Lo ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires no es un caso aislado. Este descenso en el compromiso electoral es un fenómeno que se replica a nivel nacional. Informes de las justicias electorales de provincias donde ya hubo comicios locales, como Chaco, Jujuy, Salta y San Luis, muestran la misma tendencia, con ninguna de ellas superando el 65% de participación. En Chaco, por ejemplo, la asistencia apenas superó la mitad del padrón, y en Santa Fe, solo el 55,6% de los ciudadanos acudieron a las urnas para seleccionar convencionales constituyentes.
Las cifras de participación en las elecciones de este año son un llamado de atención urgente. Evidencian una preocupante disminución en el compromiso electoral y plantean la necesidad de una profunda reflexión por parte de la dirigencia política para reconectar con una ciudadanía que, al parecer, cada vez se siente menos representada por el sistema.