DÓLAR E INVERSIONES

El dólar se encamina "al piso de la banda": ¿en qué conviene invertir?

El analista financiero Salvador Di Stéfano analizó el nuevo esquema cambiario y vislumbra oportunidades en la tasa en pesos y en las acciones, en un contexto donde el dólar buscaría el límite inferior de la banda.

El reconocido analista financiero Salvador Di Stéfano, popularmente conocido como el "gurú del dólar blue", ha ofrecido su perspectiva sobre el nuevo esquema cambiario implementado para el dólar, caracterizado por un sistema de bandas con un piso cercano a los $1.000. En su análisis, el experto destaca oportunidades de inversión tanto en la tasa en pesos como en el mercado de acciones.

A continuación, se presenta la columna del analista titulada "La tasa en pesos, super star":

En un escenario económico desafiante, la tasa en pesos emerge como un activo brillante, mientras el dólar parece dirigirse hacia el piso de la banda de flotación.

El panorama económico actual se desarrolla bajo la lógica de un programa que prioriza el superávit fiscal, el saneamiento y la capitalización del Banco Central, evitando la emisión monetaria. Además, se observa un sistema financiero donde el Estado ha dejado de ser un demandante de crédito, lo que genera un cambio significativo en la dinámica del mercado.

Actualmente, las reservas internacionales se sitúan en 38.346 millones de dólares, mientras que la circulación monetaria alcanza los $21.663.279 millones. En un escenario hipotético donde el dólar se ubicara en el techo de la banda actual, en torno a los $1.414, se necesitarían aproximadamente 15.474 millones de dólares para dolarizar la economía. El tipo de cambio se encuentra actualmente por debajo de la mitad de la banda, en $1.135,5, con un piso cercano a los $990.

El sistema financiero argentino ha experimentado una transformación radical bajo la actual administración. La tasa de política monetaria, fijada en el 29% anual, ha perdido su rol como principal referencia, ya que el mercado establece las tasas en función de la oferta y la demanda.

Los bancos han dejado de prestar al Estado, lo que los obliga a buscar proyectos rentables en el sector privado para colocar los fondos que captan. La obtención de pesos y dólares se vuelve cada vez más compleja, con una escasez de pesos en el mercado que impulsa al alza la remuneración de los plazos fijos. Actualmente, la tasa promedio para plazos fijos entre un millón y más de mil millones de pesos se ubica entre el 32,5% y el 34,5% anual.

Estas elevadas tasas de captación, sumadas a los encajes bancarios obligatorios, resultan en tasas activas (préstamos) muy altas, rondando tasas nominales del 50% anual, que superan el 60% anual en términos efectivos.

El nivel de tasas de interés en la economía está determinado exclusivamente por el mercado. Si la escasez de pesos persiste, las tasas se mantendrán elevadas. Una mayor monetización de la economía podría generar una baja en las tasas de interés.

Para que la economía se monetice, Di Stéfano considera necesario que el tipo de cambio descienda a $990 y que el Banco Central intervenga comprando dólares e inyectando pesos en el mercado. Hasta que esto no suceda, no se vislumbra una baja significativa en las tasas.

El analista advierte que estos niveles de tasas de interés son perjudiciales para muchos negocios, especialmente aquellos con baja rotación y rentabilidad, anticipando una posible liquidación de mercadería a precios más bajos o venta de dólares ante la inviabilidad de operar con financiamiento tan costoso. Los negocios se han vuelto más dependientes del capital propio.

Otra tasa de referencia es la que fija el gobierno cada quince días en sus licitaciones de letras al mercado. Actualmente, una Lecap a 45 días rinde un 30,65% anual, mientras que a 135 días ofrece un 30,5% anual, evidenciando una estructura de tasas de interés diferenciada por plazos para el financiamiento del gobierno.

La consultora de Di Stéfano proyecta una tasa de inflación del 15% anual para los próximos 12 meses, con una marcada desaceleración a partir de octubre. Un escenario mundial recesivo, con deflación de precios en China y una fuerte caída en el precio de los fletes internacionales, podría intensificar la baja de los precios internos, sumado a la política de no emisión monetaria y superávit fiscal del gobierno.

Incluso considerando una proyección de inflación más alta, del 20% anual, la tasa de un plazo fijo ofrecería un rendimiento real positivo del 10,4% anual, mientras que las Lecap pagarían un 8,75% por encima de la inflación esperada. La caución en pesos, con una tasa del 28% anual, arrojaría un interés real del 6,7% anual. Di Stéfano enfatiza que estas tasas serían aún más atractivas bajo las proyecciones de inflación de su consultora. Con un dólar a la baja buscando el piso de la banda y tasas de interés en pesos tan positivas, el negocio en pesos se presenta como una oportunidad clara.

Conclusiones del Analista:

  • En los próximos meses, se espera una significativa emisión de obligaciones negociables por parte de empresas como Vista, Pluspetrol, Aconcagua Energía, Pampa Energía y Telecom, lo que aportará una importante oferta de dólares al mercado. A esto se sumaría la emisión de aproximadamente 1.000 millones de dólares por parte de las provincias de Córdoba y Santa Fe.
  • La cosecha de soja, estimada en 50 millones de toneladas, con su mayor ingreso de divisas entre abril y junio, también contribuiría a la baja del tipo de cambio.
  • La tasa de política monetaria ha perdido relevancia, siendo el mercado el principal fijador de tasas a través del libre juego de la oferta y la demanda. Coexisten la tasa de corte de las Lecap y la tasa de plazo fijo establecida por el sistema financiero.
  • Las elevadas tasas activas son consecuencia de la preferencia de los inversores por permanecer en dólares, desaprovechando las atractivas oportunidades en pesos que ofrece el mercado.
  • El plazo fijo en dólares ofrece rendimientos entre el 3,0% y el 4,0% anual, dependiendo del plazo, mientras que la caución en dólares se ubica entre el 2% y el 3% anual.
  • Las acciones presentan un gran potencial de crecimiento, superando en atractivo a los bonos en dólares debido a los fuertes rendimientos de los instrumentos en pesos.
  • Las elecciones de octubre se vislumbran como un punto clave para obtener importantes ganancias en el mercado, tanto en pesos como en dólares. El riesgo país, con una tendencia a la baja hacia los 550 puntos, marcaría el inicio de una nueva etapa.

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