Furiase del BCRA profundiza en el plan para anclar el dólar en el límite inferior de la banda de flotación.
El director del Banco Central (BCRA) y asesor del Ministerio de Economía, Federico Furiase, ofreció una explicación exhaustiva sobre la estrategia implementada para mantener el tipo de cambio oficial lo más cercano posible al piso de la banda cambiaria, que actualmente se sitúa alrededor de los $1.000 pesos argentinos.
Durante su presentación en el evento "Finanzas Públicas Provinciales", llevado a cabo en el Hotel Alvear, Furiase detalló la articulación entre el nuevo régimen de flotación administrada, los objetivos de política monetaria y la estrategia diseñada para afrontar los próximos vencimientos de deuda externa.
En su exposición, Furiase enfatizó que el objetivo primordial de corto plazo del Gobierno nacional es lograr una reducción significativa de la inflación, incluso si esto implica una menor velocidad en la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central. Según el funcionario, el diseño del actual esquema cambiario prioriza la estabilidad del tipo de cambio como ancla para las expectativas inflacionarias.
Furiase fundamentó el funcionamiento de este esquema en una serie de variables macroeconómicas consideradas clave. En primer lugar, destacó la existencia de un superávit fiscal primario, que implica que el Estado gasta menos de lo que ingresa antes del pago de intereses de la deuda, lo que reduce la necesidad de financiamiento y, por ende, la presión para emitir moneda. En segundo lugar, resaltó la ausencia de emisión monetaria destinada a financiar al Tesoro, una práctica que históricamente ha sido un factor de inestabilidad cambiaria e inflacionaria en Argentina.
Un tercer factor crucial mencionado por Furiase es el fuerte ingreso estacional de divisas proveniente de las exportaciones del sector agropecuario, cuya liquidación genera una mayor oferta de dólares en el mercado local. A esto se suman nuevos instrumentos financieros implementados para absorber pesos del sistema y reducir la liquidez en moneda local, lo que también contribuye a contener la presión alcista sobre el tipo de cambio. Entre estos instrumentos, Furiase hizo especial mención a la emisión del Bopreal (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre), un bono denominado en dólares pero suscripto en pesos, orientado a empresas con dividendos retenidos que buscan acceder a divisas para girar al exterior.
En relación a los próximos vencimientos de deuda externa con bonistas, estimados en USD 4.200 millones para julio, Furiase transmitió tranquilidad al asegurar que el Tesoro nacional ya dispone de una parte de los dólares necesarios para hacer frente a estas obligaciones. La porción restante, según indicó, será adquirida directamente al Banco Central, evitando así la necesidad de recurrir al mercado de cambios. Esta estrategia, en opinión del funcionario, constituye una señal relevante para el comportamiento del riesgo país, ya que demuestra la capacidad del Estado para cumplir con sus compromisos sin generar volatilidad en el mercado cambiario.
Finalmente, Furiase reiteró que el diseño del nuevo esquema cambiario está intrínsecamente orientado a mantener el tipo de cambio más cerca del piso que del techo de la banda, fundamentalmente debido a la dinámica de los flujos de divisas y pesos en la economía. Además, anticipó la expectativa del Gobierno de un ingreso de capitales desde inversores no residentes, lo que fortalecería aún más la oferta de dólares en el mercado y ejercería una presión adicional para que el tipo de cambio se mantenga en la parte inferior de la banda establecida.