Si bien se registraron aumentos puntuales como el de combustibles, la estabilidad en alimentos, la actividad económica aplanada y la mayor apertura de importaciones actuaron como contrapesos. No obstante, economistas advierten que la desinflación podría encontrar un piso en los niveles actuales, y que el verdadero impacto de la suba del dólar podría verse en agosto.
