El incremento del dólar oficial, que ya acumula una suba de $50 (+4,2%) en los primeros 10 días de julio, ha reactivado las alarmas sobre una posible aceleración de la inflación en Argentina. Aunque las primeras mediciones de consultoras no reflejan aún un impacto significativo en los precios de alimentos y bebidas, la expectativa del mercado se centra en cómo la escalada de la divisa afectará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, tras un junio que se proyecta en torno al 2%. La preocupación se acentúa por los precios regulados y la estacionalidad de las vacaciones de invierno.