ECONOMÍA

Alivio parcial en la industria por la quita de retenciones a manufacturas: impacto acotado pero celebrado

En la UIA se mostraron satisfechos con la medida, aunque esperan la letra chica del decreto la semana próxima. Los principales insumos industriales seguirán pagando derechos

 La reciente decisión del Gobierno de eliminar los derechos de exportación para más de 4.000 Manufacturas de Origen Industrial (MOI) generó una reacción positiva, aunque cautelosa, en el sector industrial argentino. Si bien la Unión Industrial Argentina (UIA) destacó la medida como un avance en la dirección correcta, fuentes del sector remarcaron que su impacto real sería limitado, ya que excluye a los principales complejos exportadores.

La medida, anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, implica la eliminación de retenciones que actualmente oscilan entre el 3% y el 4,5% sobre el valor de la mercadería para 4.411 de las 5.431 posiciones arancelarias que tributan derechos. A pesar de la amplitud del listado, estas posiciones representan aproximadamente el 20% del total de las exportaciones de manufacturas industriales (MOI), según indicaron fuentes de la industria.

Datos del Indec revelan que las exportaciones industriales mostraron un crecimiento en 2024, alcanzando los USD 22.053 millones, en comparación con los USD 20.744 millones del año anterior. No obstante, aún se encuentran lejos del máximo histórico de USD 28.790 millones registrado en 2011. Los casi USD 4.000 millones en exportaciones que se beneficiarán con esta quita de retenciones subrayan el carácter acotado del impacto inicial.

Desde la UIA celebraron la medida como un "pequeño gran paso en el camino de la competitividad", tal como lo expresó su presidente, Martín Rappallini. En un comunicado, la institución enfatizó que "Argentina es uno de los pocos países del mundo que grava con impuestos directos sus exportaciones industriales", por lo que esta decisión representa un alivio fiscal para parte del sector.

Sin embargo, la UIA también señaló la importancia de completar este proceso en una próxima etapa, eliminando las retenciones que aún gravan a sectores exportadores de insumos industriales estratégicos como el acero, el aluminio, la industria petroquímica y la automotriz, los cuales representan en conjunto más del 80% de las exportaciones MOI.

El primer análisis dentro de la UIA sugiere que, al dejar fuera a estos sectores de mayor volumen exportador, la medida si bien representa un alivio, no constituirá un incentivo tan robusto en el contexto actual. "Hacen falta también otros mecanismos para equiparar la cancha", indicaron desde la entidad, a la espera de la publicación del listado final para evaluar el tratamiento de los insumos difundidos.

Según trascendió, los equipos técnicos de la UIA habían propuesto al Ejecutivo la consideración de unas 3.700 posiciones arancelarias, de las cuales 800 eran consideradas especialmente sensibles por la alta carga fiscal efectiva. La inclusión de más de 4.000 posiciones fue vista como una sorpresa positiva, aunque los industriales eran conscientes de que incluir a los principales insumos implicaría un costo fiscal elevado que el Gobierno no podría afrontar en este momento.

Fuentes oficiales confirmaron que, si bien se evaluó incluir a los sectores más exportadores, se optó por mantener las retenciones debido al compromiso del Gobierno con alcanzar un superávit fiscal primario y la meta de ajuste del 1,6% del PBI para este año. Por esta razón, tampoco se extenderá la rebaja transitoria de retenciones al sector agropecuario, que finaliza a fines de junio.

A pesar de esta limitación, la medida busca enviar una señal de apoyo a la producción nacional en un contexto desafiante marcado por altos costos en dólares, un tipo de cambio considerado bajo y un creciente proteccionismo a nivel global, sumado a la caída del mercado interno y la competencia con importaciones.

Desde diversas cámaras industriales coinciden en que la eliminación de retenciones es un paso necesario pero no suficiente para mejorar la competitividad exportadora. Reclaman una reforma integral que contemple la mejora de los reintegros, mayor agilidad en la devolución del IVA y una estructura impositiva más favorable a la producción. "Nadie cobra para exportar. Si encima tenés que pagar impuestos por hacerlo, estás en clara desventaja frente a tus competidores internacionales", resumió una fuente del sector.

En sus declaraciones, Rappallini también hizo hincapié en las distorsiones acumuladas en la cadena de valor que inflan el "costo argentino", mencionando el peso del costo fiscal, laboral y financiero, así como los problemas de infraestructura y logística. Ante la consulta sobre si el Gobierno reconoce que el tipo de cambio actual no compensa estos costos, el dirigente industrial fue claro: "Competimos con el mundo y con jugadores de gran tamaño. Si no nivelamos la cancha, perdemos".

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