"Lo de ayer fue más para el núcleo duro," reconoció un asesor señalando que el acto del lunes -con rock, gritos y un formato que desbordó lo tradicional- buscó devolver la "mística" al movimiento. "Nos sirve para dar vuelta la página y arrancar de cero. Estábamos muy desmotivados," admitió un funcionario.



















